Esta semana está siendo muy dura en La Mina. Entre las exigencias externas que nos imponen y los inconvenientes internos que suceden, el trabajo se ralentiza y las prisas se acrecentan.
He tenido un par de días muy productivos ( lunes y martes ), pero ayer y hoy han sido días sin actividad. Las herramientas no paraban de volverse locas y de realizar lo que le viniesen en gana. Juntandose con la inutilidad de los empleados encargados de arreglarlas, nos dan un resultado de inactividad total. Y es que no se puede arreglar todo poniendo tiritas, pues acaba desgarrandose y siendo peor el remedio que la enfermedad.
Dejando a parte la productividad laboral. Es curioso el fenómeno producido por las calefacciones centrales de ciertas zonas de La Mina. Y diciendo curioso me quedo corto, pues dicho aroma se te mete hasta lo más hondo llegando incluso a parecer nausas o mareos e incapacidad de llegar al sitio al que deseas.
Mucho abandono de desodorante hay en La Mina, para ser exactos.
Arsenico B. escupió veneno el 22 de Enero 2004 a las 08:00 PMQue no trabajas en Asuntos Exteriores...
<__trans phrase="Posted by:"> DY <__trans phrase="at"> 22 de Enero 2004 a las 10:58 PM